La capacidad de Shogun para lograr sorprender con cada nuevo episodio, es asombrosa, siendo realmente digno de alabar la imprevisibilidad de la trama en múltiples ocasiones, no pudiendo dar absolutamente nada por sentado, ya que cualquier tipo de cábala por parte del espectador, se viene abajo en los minutos siguientes.
La historia de Shogun está rodeada de drama por todas partes, no habiendo prácticamente ningún personaje que no se vea salpicado por este, haciendo que los escasos momentos de felicidad que se muestran sean de suma importancia, actuando casi como un bálsamo.
La acción de este episodio 5 comienza inmediatamente después del ataque a los hombres de Ishida ordenado por Nagakado, siendo conscientes de que este acto sería el desencadenante de la guerra, habiendo gran expectación por cómo se tomaría la decisión Tonaranaga. Esto es algo que se puede comprobar en los minutos iniciales, cuanto este llega acompañado de un gigantesco ejército, siendo este el motivo de su repentina partida en el episodio anterior. Sin embargo, este no es el único hecho relevante, ya que comprobamos que el marido de Mariko, Buntaro, consiguió salir con vida de Osaka, algo que a tenor de la cara de ella es un gran inconveniente, entre otras cosas debido al trato que recibe por parte de este, unido a su incipiente relación con Blackthorne.
Volviendo al tema del feroz ataque perpetrado por Nagakado, una vez más queda patente la inteligencia que atesora Toranaga, quien, a pesar de no haber estado presente durante este acto, es capaz de discernir que su hijo ha sido manipulado por Yabushigue y su sobrino, recibiendo como castigo ser desposeído del mando del regimiento de cañones. En manos de Hiroyuki Sanada, Toranaga, es una absoluta delicia, caracterizándose por ser un personaje que demuestra tener un gran control sobre cada situación, demostrando esto la gran capacidad analítica que posee.
En referencia a la vuelta de Buntaro, es algo que sí se había visto venir, desde el momento en el que no se muestra explícitamente su muerte en Osaka a manos del ejército de Ishido, era muy factible que volviese a tener presencia en la trama, algo básico también para dificultar la relación entre Mariko (Anna Sawai) y Blackthorne (Cosmo Jarvis). La realidad es que el personaje de Buntaro es básico para aportar dramatismo y conocer la realidad de la vida de Mariko, quien en cierta manera se sentía muy liberada cuando su marido aparentemente había conocido su final, pues este es un hombre posesivo que la mantiene bajo su yugo, pudiendo ser catalogado como un monstruo por la forma en que la trata, siendo completamente opuesto a lo que es Blackthorne, de ahí la consternación de Mariko cuando comprueba con sus propios ojos que no ha muerto. El carácter de Buntaro llega a ser hasta despreciable, mostrando su verdadera cara cuando le hace contar a Mariko su procedencia y posteriormente abusa físicamente de ella.
El pasado de Mariko es un matiz muy importante que no se debe pasar por alto, si recordamos el episodio 4, hay un momento en el que por propia voluntad quiere poner a Blackthorne en antecedentes sobre su pasado, pero este inmediatamente aduce que él no es alguien al que le tenga que dar explicaciones, sirviendo esta situación para poner posteriormente de manifiesto la diferencia existente entre Buntaro y Blackthorne. La historia de Mariko es trágica, habiendo ya habido indicios de ello en base a algunas conversaciones con Toranaga, descubriendo que es hija de un difunto señor llamado Akechi Jinsai, que a su vez respondía ante Kuroda-sama, máximo gobernante de Japón antes del Taiko, resultando ser este un corrupto que el padre de Mariko asesinó por el bien del reino. Este acto considerado de traición, condujo a que su padre se viese obligado a matar uno por uno a los integrantes de su familia, para posteriormente hacerse él mismo el seppuku, conocido habitualmente como el harakiri, siendo este un ritual de suicido japonés.
Shogun es una serie que se cuece a fuego lento, muestra de ello es la parte de la trama relacionada con la renuncia de Toranaga al consejo regente, la cual fue abordada en el episodio 3, pero cuyas consecuencias no se han explorado hasta ahora. Desde un primer momento quedó claro que Toranaga buscaba limitar la toma de decisiones del consejo, provocando que con su ausencia, las votaciones no puedan salir adelante, pues así lo quiso el Taiko antes de su muerte. No obstante, su otro objetivo también está relacionado con crear discordia entre el consejo a la hora de elegir al nuevo regente para ocupar su puesto, pues cada uno de ellos tiene un candidato distinto.
La representación de la cultura japonesa de aquella época es uno de los aspectos claves de Shogun, dejando claras las costumbres tan arraigadas que tenía la sociedad en ese momento, reflejándose esto en un arco argumental que tiene el episodio, que aunque parezca una nimiedad, es de suma importancia. Para agradecerle todo lo que está haciendo, Toranaga le regala a Blackthorne un faisán, pero este último en vez de cocinarlo de inmediato, decide esperar unos días para que madure, dando ordenes explícitas de que nadie lo toque, remarcando que, si alguien lo hace, morirá. Esta expresión por parte de Blackthorne, que en la cultura occidental no es más que una forma de hablar, acaba siendo interpretada literalmente, ya que el pájaro acaba por pudrirse, y el olor es insoportable, provocando esto que al final el jardinero de la casa decida quitarlo, siendo este un acto que conlleva su muerte a manos de Fuji, pues así es como bajo su punto de vista estaba cumpliendo la voluntad de Blackthorne, provocando esto una gran consternación en él, al no ser consciente que sus palabras se iban a cumplir al pie de la letra. Esta situación no hace más que exponer la lealtad extrema del pueblo japonés hacia el que es su señor, siendo este una figura intocable.
Como decíamos anteriormente, el drama está presente en la historia de Shogun, llegando hasta límites insospechados. Después del arduo trabajo de Toranaga para reunir un ejército de grandes dimensiones de cara a la guerra que se avecina, este desaparece por completo después de un gran terremoto que se produce en Ajiro, arrasando con todo a su paso, incluso pudiéndole haber costado la vida al propio Toranaga, pues también se ve arrastrado por un corrimiento de tierra, siendo rescatado in extremis por Blackthorne de su más que segura muerte . Ahora, no hay ejército del que valerse en su lucha contra los regentes, siendo realmente inciertos los pasos que se seguirán en los próximos episodios, debiendo Toranaga reformular su plan.