Hasta ahora, los seis episodios emitidos de Shogun se han caracterizado por no tener una acción excesiva, sino que su narrativa se ha cimentado en la sutileza y las emociones de los personajes, hablando esto de la capacidad de atracción de una serie, a la que hasta el momento no le ha sido necesario mostrar demasiados momentos grandilocuentes para cautivar al espectador.
Más allá de esporádicas secuencias de lucha y situaciones caóticas como fue la del terremoto del episodio anterior, la adaptación de la obra homónima de James Clavell se ha desarrollado por parte de Rachel Kondo y Justin Marks en base a las relaciones personales como eje principal. En este sexto episodio donde una vez más la acción es prácticamente inexistente, se continúa abordando el pasado de Mariko (Anna Sawai) después de que en el episodio anterior contara su trágica historia, que implicó la muerte de su familia al completo por los actos que cometió su padre al matar a Kuroda, quien antes del Taiko era el máximo gobernante de Japón.
Bajo el título de Las chicas del mundo flotante, este sexto episodio comienza remontándose años atrás, concretamente en la etapa de infancia de Mariko cuando su padre servía a Kuroda. Es a partir de ese momento cuando la joven Mariko entabla una estrecha relación de amistad con la hija Kuroda, Ruri (Fumi Nikaidô), conocida ahora como Ochiba-no-kata, madre del heredero al trono y futuro gobernante. La conexión entre ambas era bastante profunda, aunque no se incide en exceso en ello, siendo posible que se explore en sucesivos episodios, pero se deja claro que todo se rompe a raíz de que Mariko se casara con Buntaro, previamente a que su padre asesinase a Kuroda, momento en el que también su privilegiada vida como princesa termina, marcando esto evidentemente su futuro en muchos sentidos.
Después de ver como su ejército desaparece por completo debido al terremoto que tuvo lugar en Ajiro, Toranaga (Hiroyuki Sanada) se encuentra en una posición delicada de cara a la guerra que se avecina, pero ello no impide que muestre una vez más su naturaleza bondadosa, agradeciendo a Blackthorne por haberle salvado la vida después de que la tierra le engullese durante el corrimiento de tierra propiciado por el mencionado seísmo. En consecuencia, le otorga a Blackthorne el grado de almirante en jefe y la capitanía de regimiento de cañones, además de un feudo del que será señor y que le proporcionará un salario anual. La gratitud de Toranaga hacia Blackthorne, demuestra la calidad humana de este, algo necesario para probar que esas ansías de poder que se le atribuyen desde el consejo regente están muy alejadas de la realidad.
Por otra parte, Blackthorne sigue insistiendo en la idea de marcharse de Japón, siendo una propuesta que le traslada nuevamente a Toranaga, pero que este rechaza. Si reflexionamos un poco, nos daremos cuenta que la necesidad imperiosa de partir de Blackthorne viene propiciada por la vuelta de Buntaro, viendo a partir de ese momento que su relación con Mariko se ha complicado, pues ella evidentemente se aleja de él ante este escenario. Toranaga, quien no pasa absolutamente nada por alto, se da cuenta que la situación entre Blackthorne y Mariko ha cambiado, preguntándole directamente a ella que está sucediendo entre ambos, respondiendo con evasivas, pues la realidad es que no quiere que nadie tenga constancia de sus sentimientos hacia Blackthorne, aunque para ello ya es demasiado tarde, pues incluso su marido se ha dado cuenta.
A raíz de la negativa de Toranaga a que Blackthorne abandone Japón, este le pide a Mariko que lleve a Blackthorne a un burdel para que se evada, instándola a que también le acompañe para hacerle de traductora, pero este movimiento de Toranaga está completamente premeditado, no siendo esto nada vulgar, pues su intención es que Mariko sea consciente de lo que realmente siente por Blackthorne, poniéndoles a ambos en una situación comprometida.
En el apartado estrictamente político, las consecuencias de la renuncia de Toranaga a su puesto en el Consejo Regente todavía siguen aflorando, intentando Ishido escoger a un quinto miembro para que las votaciones puedan salir adelante. Sin embargo, desde la llegada a Osaka de Ochiba-no-kata, esta ha asumido el control total en la toma de decisiones, influyendo a Ishido en su forma de actuar. Esta nueva situación lleva a que uno de los regentes como es Sugiyama, sea asesinado por oponerse a condenar a muerte a Toranaga, al no considerar a este responsable de los actos que se le atribuyen. Todo este plan de acabar con Toranaga procede directamente de Lady Ochiba, considerándole el principal ideario de la muerte de su padre, habiendo actuado por medio del padre de Mariko. A este respecto se produce una circunstancia curiosa, y es que el principal propósito de Toranaga es salvaguardar el futuro del heredero, algo que se supone comparte con Lady Ochiba, quien también promulga que el ascenso al trono de su hijo es lo más importante, aunque tal y como se está planteando la historia, parece que está adquiriendo tintes de venganza personal.
Por último, el bajo número de efectivos para el combate de los cuales dispone ahora Toranaga, lleva a tomar una decisión drástica poniendo en marcha un plan conocido como Cielo Carmesí, una arriesgada estrategia que implica el asedio directo de Osaka, con el objetivo de sorprender a sus rivales.
A falta de 4 episodios para concluir la temporada, Shogun se encamina hacia su punto álgido en lo que al conflicto bélico se refiere, pero todavía quedan otros muchos hilos argumentales que explorar, de los cuales parece que sólo se ha rascado la superficie.