Shogun es una serie cuya trama tiene muchas aristas, no fundamentándose solamente en un conflicto bélico entre dos bandos por hacerse con el control del territorio por distintos motivos. La nueva adaptación televisiva de la obra de James Clavell, ahonda en los sentimientos más profundos de algunos de sus personajes principales, marcando la narrativa de la serie a la espera de que la guerra se desate definitivamente.
La construcción de los personajes de Shogun es excelente, siendo muy interesante observar y reflexionar acerca de la complejidad y profundidad que estos poseen, sobre todo el trio protagónico como son Toranaga (Hiroyuki Sanada), Blackthorne (Cosmo Jarvis) y Mariko, estando interpretada sobresalientemente por Anna Sawai, erigiéndose el personaje como la protagonista absoluta de la historia, incluso por encima de Tonaraga, pues si hacemos un ejercicio de reflexión nos daremos cuenta que ella es el eje central de la historia sobre la que oliscan el resto de personajes, todas las tramas existentes en Shogun están relacionadas de una forma u otra con Mariko.
La importancia de Mariko en la trama se va destapando con el paso de los episodios, teniendo en los dos primeros un papel más secundario donde hace las labores de consultora de Toranaga, además de traductora de Blackthorne. Sin embargo, a partir del tercer episodio que concluye con la huida de Osaka, ya va habiendo indicios suficientes de que Mariko será una figura clave en el devenir de la historia, escondiendo el personaje mucho más de lo que en un principio se da a entender, revelándose toda su historia en el episodio 5 cuando esta cuenta su trágico pasado, relacionado directamente con la muerte de toda su familia debido a los actos cometidos por su padre contra el antiguo gobernante de Japón antes del Taiko, Kuroda, a su vez progenitor de Ochiba-non-kata, quien según relata Mariko se había convertido en un corrupto, de ahí que su padre tomase la determinación de acabar con él.
El único motivo por el que Mariko se salva de la muerte es debido a su compromiso con Buntaro, pero esto lejos de ser un alivio, es una condena, pues el sentimiento de culpabilidad que la atormenta es tan grande que incluso ella desearía morir también. Durante una entrevista con Collider, Sawai ha abordado como el oscuro pasado de Mariko le lleva a solicitar a su marido que le permita quitarse la vida, una decisión que le corresponde exclusivamente a este debido a la sociedad patriarcal que imperaba en Japón en el siglo XVII.
Sólo tienes que saber que eso es lo que ocurría en aquella época. Ahora no pasaría nada parecido. Pero, además, la razón por la que quiere quitarse la vida es porque su padre cayó en desgracia, y él y toda su familia tuvieron que morir. Después de eso, no quiere estar allí sola. Por supuesto, querrías morir con ellos. Y no tener ese permiso porque ahora estás casada con alguien que te dice que vivas, es una locura. Cuando conocemos a Mariko, está un poco sin rumbo. Luego, cuando le dicen que tiene que convertirse en intérprete, y poco a poco empieza a entender que eso es lo que su padre quería para ella y que ese era su plan, el fuego empieza a arder, y entonces ella tiene claridad y un propósito, simplemente creyendo en eso. Y no era difícil de creer porque Mariko está basada en Hosokawa Gracia, que vivió en 1600 y se quitó la vida, y muchos rehenes fueron liberados gracias a ella.
Mariko está basada en una figura histórica
Los personajes de Shogun están inspirados en personajes históricos, siendo también este el caso de Mariko, cuya historia está basada en Hosokawa Gracia, una mujer que vivió en el periodo Sengoku de Japón. Tal y como refleja Anna Sawai durante la entrevista, existe un paralelismo entre la historia de Mariko y Hosokawa, aunque evidentemente existen diferencias entre ambas. En el caso de Hosokawa, su familia cayó en desgracia debido a la ambición por gobernar de su padre, Akechi Mitsuhide, quien traicionó y mató a su señor, Oda Nobunaga, haciéndose con el control del país, pero su gobierno duró un periodo de tiempo muy corto al ser asesinado por traición junto con toda su familia, a excepción Hosokawa.
En Shogun, el padre de Mariko, Akechi Jinsai, asesina a Kuroda por el bien del país al considerar que los actos de este eran cuestionables, siendo también catalogado como un traidor y propiciando su asesinato y el de su familia, pero en este caso su ambición no era la de gobernar. Por lo tanto, las historias de Mariko y Hosokawa están influidas por la deshonra de ser hijas de traidores a los ojos de la sociedad, habiendo intentado durante mucho tiempo Hosokawa cometer seppuku, pero al igual que ocurre con Mariko, sus maridos se lo impedían, encontrando posteriormente ambas la fe al convertirse al cristianismo.
Por mucho que Shogun sea una ficción, la fidelidad con acontecimientos históricos está ahí, siendo por tanto una representación muy cercana a lo que ocurrió en Japón alrededor del año 1600, que es en el periodo en el cual se ambienta, demostrando la complejidad de la sociedad en aquella época, siendo precisamente una de las preocupaciones a la hora de crear la serie de televisión por parte de Justin Marks y Rachel Kondo, quienes no querían caer en el error de otras producciones de Hollywood de ser imprecisos con la historia japonesa, motivo por el cual nombraran productor ejecutivo a Hiroyuki Sanada, encargándose este de que el rigor histórico fuese el correcto.